Bueno, sobre la portada hay toda una aventura en la creación. Intentar expresar en una portada una historia siempre tiene una dificultad. Más en estos casos, en la que hay que concretar las ideas de las guionistas y las aportaciones personales como dibujantes.
El primer intento, fue sin este paso importante, pues fue pura decisión personal. Se muestra a Suun en medio y de fondo las personas por las que su camino se puede desviar hacia un lado u otro: Ciclo o Raffe.
A las guionistas les gustó, pero no era la idea que tenían en mente. Querían mostrar a los personajes principales juntos y de fondo solo a Raffe. En el segundo intento la idea parecía mostrarse más clara.
Para la última elección, se cambió la visión de Raffe como una sombra reflejada en la pared de aspecto maligno. Esta convenció tanto a dibujantes como guionistas. Así que, el principio de la decisión de la portada estaba forjado.
El siguiente era completarla con detalles y teniendo en cuenta que ocuparía tanto la cubierta como el reverso del tomo. La solución fué mostrar de lo que caecía los bocetos: un fondo. Se situaría en una escena en concreto que aparece en el manga, en una cueva.
Y por supuesto, a continuación tocaba darle color. Con este se pudo mantener sin problema la imagen de Raffe. Aquí podríamos decir que el trabajo con la portada de Divided había finalizado, puesto que tanto nosotras como dibujantes estabamos satisfechas y las guionistas encantadas.
Pero hay una última cosa muy importante que faltaba: la opinión de la editora. Por una mala comunicación o vete a saber las causas, no hubo contacto y cuando estaba ya finalizada, nos llegó su respuesta : ni le gustaba el color ni la escena que representaba para nada. ¿Y ahora qué podíamos hacer? Las que produciamos la historia (tanto como dibujantes como guionistas) estabamos tan contentas que no esperabamos semejante respuesta de la editora.
La única solución posible fue convertir "la sugerencia" de cómo podría o debería ser la portada en la única alternativa a seguir. No había tiempo para trabajar en otra cosa y a riesgo de que no le volviera a gustar.
Para qué tratar de engañar a nadie: la escena que sale en la portada final no tiene nada que ver con lo que podemos leer dentro de la historia de Divided. Parece teatral, poco natural. Pero esto es lo que tiene el mundo editorial y cuando acabas de empezar: lo que la jefe o jefa mande. Al fin y al cabo es un trabajo y no renta discutir si por ello te vas a quedar sin sueldo y arriesgando la profesión.
Al menos hemos podido dejar constancia del proceso y cuando la gente se pregunte "¿Por qué esta portada y no otra?", ya podrá saber la respuesta, que es más allá de las decisiones de quienes normalmente se piensa que tienen la última palabra y no es así.
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